domingo, 6 de enero de 2013

MIRADOR DE LINDARAJA O DARAXA





La literatura romántica ha deformado de manera a veces irremediable nuestra visión de la Alhambra. Washington Irving (Cuentos de la Alhambra) nos puso - como hoy se dice - en el mapa cultural de la época pero contribuyó a forjar el mito de una España "cañí", misteriosa y exótica, arabizada y sentimental a más no poder. Así el Mirador de Lindaraja "Lin-dar- aixa" u "Ojos de la casa de la Señora" se convirtió en una bella leyenda de una mora de perturbadora belleza que se enamora - cómo no - de un cristiano por cual pena asomada a este mirador.






Pero no hace falta mentir a la historia para percibir el encanto de esta sala. Se sitúa en la zona palaciega de la reina, en una de las estancias que rodean al Patio de los Leones (ver plano ), y viene precedida por la Sala de Dos Hermanas, cuya cúpula de mocárabes soy incapaz de describir con adjetivos, pero quien no se conmueva por su belleza es que no merece cursar Historia del Arte. Como ya dije, aquí nada es casual o improvisado y la cúpula hace referencia a la misteriosa Danza de las Estrellas, y muestra la perfección del cosmos creado por Dios (Allah) con un efecto óptico de rueda giratoria (los planetas alrededor del Sol).


 
Cúpula Sala Dos Hermanas



Sala Dos Hermanas









Atención que preguntaré las características formales y los elementos constructivos típicos del arte musulmán que se cumplen en este mirador, cuyo comentario debéis hacer por escrito y entragarlo antes del viernes 11.
Alguna otra "pista" sobre características que hayamos comentado en esta foto:







      








ARTE ISLÁMICO







MEZQUITA DE CÓRDOBA

Recordad que la información importante la tenéis en la página de Carlos Mas, y en las dos presentaciones inferiores. Con ellas podréis entender buena parte de las caracteristicas de este arte, tan cercano y extraño a la vez a nuestra sensibilidad. Materiales, elementos constructivos (columnas, cubiertas), elementos decorativos (azulejos, atauriques, etc....) los veréis mejor con imágenes que os proporcionan dichas presentaciones. En lo que se refiere a los dos temas, la mazquita y el palacio, recordad que se trata de describir la tipología de cada uno (partes, función, formas estilísticas...) cosa que encontraréis en la página antes mencionada de Carlos Mas, y podéis consultar también alguna otra donde se habla de manera más amplia sobre la función áúlica (es decir, palaciega) de las salas y patios de la Alhambra, como ésta de un blog de Alicia Fajarnés, del instituto del Bajo Cinca.

Cuelgo también imágenes de la mezquita de Córdoba:
Vista superior de la mezquita, con el edificio de la catedral cristiana incrustado en medio (más alto). Los tejados a doble vertiente son de las salas de techo de madera
Una estupenda vista aérea donde se aprecia la extensión de la mezquita en medio del hoy llamado Barrio Judío (antigua medina cordobesa). A la izquierda, los Reales Alcázares (desde el siglo IX)
Al exterior, sillares de piedra en los muros rematados por almenas. Cada una de estas entradas (alguna muy restuarada) daba acceso al patio o a la sala de oraciones

Como veis las entradas constituyen verdaderas fachadas con organizaciójn tripartita. en el centro la puerta en arco de herradura, bicolor (blanco con decoración de ataurique en yeso, rojo de ladrillo). Fijáos en que los arcos de herradura, heredados de los visigodos y que éstos copiaron a los romanos, son más cerrados que sus precedentes. Además: sus dovelas no siguen el radio del arco, sino que se "inclinan"  (trasdosados)  dando una sensación de dinamismo y mayor amplitud al arco. Por otro lado, la verdadera puerta es adintelada.
Enmarcando el arco hay un recuadro llamado alfiz, una solución muy típica del arte musulmán. Encima y también enmarcado un friso de arquillos ciegos de herradura entrecruzados (si recordáis la Aljafería en la entrada hay otra entrada muy parecida). A los aldos, dos arcos lobulados acogen dos vanos con celosía geométrica. Profusa decoración por toda la fachada, además, pero siempre muy plana.


Dentro de la sala de oración, las naves que van hacia el mihrab tienen columnas de mármol con capiteles ambos de tradición muy clasica, hasta tal punto que muchos de esta parte (la zona más antigua) son reaprovechados de la iglesia de San Vicente (el anterior edificio cristiano) o de edificios romanos de Corduba, que nunca faltaban. Arriba veis uno de esos capiteles, claramente corintio.

Otro reaprovechado. Por ello esta primera parte de Abderramán I carece de estilo unitario

Zona ya con capiteles "propios", de un estilo corintio geometrizado también llamado de pencas.
El arco "verdadero" está en la parte superior, y es de medio punto. Los que están al aire, de herradura, sirven para cinchar la parte superior que va encima de la columna, y que sostiene el techo. Es una solución elegante y armoniosa, que proporciona además de altura a las naves, una sensación de ingravidez (pues las columnas son bastante más delgadas que su parte superior) que confunde visualmente al visitante, desorientado entre este "bosque de columnas". Todo ello con la bicromía antes mencionada, de origen romano (Acueducto de los Milagros, Mérida)

El techo es arquitrabado, y de madera, tallada y policromada. Muy ligero por tanto, esas columnas no habrían podido sostener otro tipo de cubierta 

Las mezquitas carecen de estructura espacial interna. tan sólo se señala el mihrab que mira a la Meca (dirección de la oración). en  Córdoba, no obstante (y en las mezquitas norteafricanas por imitación de al-Andalus) se señala la nave que "va" hacia el mihrab con un tratamiento especial que incluye la construcción de varias pantallas visuales a base de arquerías muy decorativas (arcos de herradura superpuestos, arcos lobulados, mixtilíneos) y al llegar al espacio de la maqsura o ante-mihrab, la elevación de bóvedas de nervios entrecruzados, formando dibujos estrellados de clara simbología cósmica. Se intensifica pues la decoración, en un espacio reservado al emir o califa.

Espacio cuadrado que pasa a octogonal mediante arcos en las esquinas, my decorados, En medio de los espacios entre los nervios, cupulillas gallonadas. Todo de yeso y ladrillo, ligero.

La profusiòn decorativa es puramente ilusoria: nada sostiene toda esta pantalla de arcos entrecruzados
Inmediatamente ante el  mirhab, la más bellamente decorada, con mosaicos de polvo de oro realizados como el mihrab por musivarios (artesanos del mosaico) directamente llegados de Bizancio. El juego de luces provoca una impactante impresión de ingravidez de la bóveda.

Mirab. Arco de herradura trasdosado, las dovelas decoradas con ataurique y polvo de oro. El propio mihrab tiene planta octogonal (el de la Aljafería también: los reyes Taifas saraqustíes querían equipararse a los califas). A los lados paneles de mármol, yeso tallado en las enjutas, y escritura cúfica.




LA ROJA



Estoy haciendo las entradas "al revés", esdecir, que ésta debería ser la última pues es la más cercana a nuestra época, pero a fin de cuentas quedará bien situada por cuestiones del blog...
Sin líos: el palacio musulmán más extraordinario, bello, fascinante, impactante... me quedo sin adjetivos. El que lo haya visto lo entenderá, el que no, por favor que remedie este agujero vital en cuanto pueda. La Alhambra significa en árabe, la roja, por el color arcilloso de sus ladrillos exteriores, que relumbran como una joya cuando al atardecer su silueta se recorta en la sierra nevada. Se asienta sobre una de las dos colinas que cierran los barrancos de los ríos Darro y Genil. Su posición estratética es envidiable, eso y la complicada orografía del entorno garantizaron la independencia de este reino musulmán, el útlimo superviviente de al-Andalus. El palacio, encaramado en la colina a la que da nombre, es en realidad una fortaleza construida por los reyes de la dinastía nasri (nazarí)  para evitar contacto con el siempre levantisco populacho. Al exterior, murallas y torreones. Al interior, un conjunto de palacios o patios a cada cual más espléndido: los dos más grandes, el de Comares o arrayanes y el famosísimo de los Leones.



Cúpula de mocarabes. Sala de Abencerrajes


Como manda la tradición religiosa, sólo materiales perecederos - madera, ladrillo, yeso, azulejos - pues sólo Dios (Allah) permanece. Con ellos, una riqueza decorativa, un ensueño visual, elegante, ingrávido, irreal.

Un deseo seguramente sin posible cumplimiento: poder verla en soledad (miríadas de turistas, a todas horas, hacemos cola para "la foto") y a se posible, con la música de "Jardines de la Alhambra" de fondo. Y si fuera de noche....